El Ayuntamiento de Zaragoza, a través del Instituto de Salud Pública, nos solicitó ayuda para cambiar una costumbre de los ciudadanos.
Detrás del gesto “amable” de alimentar a los animales de la calle (palomas, patos, gatos) hay una realidad: Se favorece la proliferación de plagas, y se alteran sus ciclos naturales de reproducción y sus modos de vida. Además, y esto es algo que los ciudadanos no recordamos, no está permitido dar de comer a los animales en la vía pública.
Para ayudar a cambiar ese hábito creamos una campaña conceptualmente “amable” con 3 gráficas distintas, una para cada colectivo animal. Y para que el mensaje llegue y no provoque rechazo, ingeniamos un juego de palabras: “Dar de comer a los patos, SOBRA”. “Sus SOBRAS alimentan a las plagas”.
El problema no es pequeño, la solución tenía que ser grande.