Antes de que suenen las doce campanadas dando el pistoletazo de salida al 2018, queremos mirar hacia atrás y poner sobre la mesa todas esas curvas, tan divertidas, que se nos han dibujado en el rostro… muchas veces, sin poderlo remediar.
Vamos a brindar porque hemos llegado hasta aquí y porque lo hemos hecho así. Una vez más, valientes. Rescatando lo mejor, dejando a un lado las tonterías… porque no son más que eso: tonterías.
Y sobre todo, permitiéndonos sentir y recibir lo que nos merecemos: